El ITESO lanza su Observatorio Judicial
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El ITESO lanza su Observatorio Judicial
El proyecto forma parte del Laboratorio para el Estado de Derecho e Incidencia Pública, coordinado por el Departamento de Estudios Sociopolíticos y Jurídicos. Además se tiene contemplado echar a andar un Observatorio Electoral, de cara a la reforma en la materia anunciada para 2026.
Édgar Velasco
Marcos del Rosario Rodríguez lo tiene claro: el país vive tiempos inciertos para la democracia. Así lo ha mencionado en diferentes ocasiones, en las que también ha dicho que esto no es privativo de México: en muchos países del mundo los gobiernos de corte populista han venido socavando sus instituciones y acabando con los contrapesos. Así pasó con la reciente reforma al Poder Judicial y así se prevé que ocurra con la ya anunciada reforma electoral. En ese contexto, dice, “las universidades juegan un papel indispensable no sólo formando estudiantes, sino también en la incidencia pública”. Con esta convicción comenzó a trabajar el Laboratorio para el Estado de Derecho del ITESO, cuyo primer proyecto es el Observatorio Judicial.
El laboratorio es coordinado por el Departamento de Estudios Sociopolíticos y Jurídicos (Dsoj) del ITESO, que dirige Marcos del Rosario. El académico explica que su objetivo es “monitorear y generar insumos sobre las principales preocupaciones que tenemos en torno a la defensa del Estado de Derecho”. Con esas tareas y búsquedas se enmarca la creación del Observatorio Judicial, sobre todo derivado “de la reforma constitucional en materia judicial y de las otras reformas que hubo el año pasado”.
Del Rosario Rodríguez detalla que desde el observatorio se buscará “dar seguimiento a las resoluciones de los principales tribunales, tanto del país como en escala estatal. La diferencia con otros observatorios es que vamos a establecer una serie de índices para verificar si los órganos judiciales observados como la Suprema Corte de Justicia de la Nación, el Tribunal de Disciplina Judicial, el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación y otros juzgados siguen la misma línea y los mismos criterios y, en caso de que haya modificaciones, verificar que estos se ajusten a la Constitución, los tratados internacionales y los derechos humanos”. La idea, redondea el director del Dsoj, es generar informes de manera semestral y anual, además de realizar pronunciamientos, según los casos que vayan observando y que consideren necesario que sean de conocimiento público. En esta misma línea, también estarán generando reportes, notas y otros insumos para “generar una opinión con relación a los temas importantes”.
Otra encomienda del laboratorio y del Observatorio Judicial es, explica Marcos del Rosario, “hacer litigio estratégico y presentar escritos en tribunales internacionales”. Pone como ejemplo el trabajo que se realizó en la elaboración de un amicus curiae en la Corte Interamericana de Derechos Humanos para apoyar un caso presentado por el gobierno de Guatemala, que hace unos meses presentó, explica, “una opinión consultiva para que la corte responda si existe o no el derecho a la democracia, en su dimensión individual y colectiva. La idea de presentar el amicus es que, dada la experiencia de México con las reformas y los riesgos para el Estado de Derecho por las reformas, queremos dejar testimonio para que la corte lo considere y de alguna manera reconozca que sí existe ese derecho”.

Además del Observatorio Judicial, en el Laboratorio para el Estado de Derecho también se echará a andar un Observatorio Electoral, toda vez que “ya van a empezar los foros de consulta y en febrero [de 2026] se va a presentar la iniciativa [de reforma], entonces tenemos que ir haciendo actividades y generando insumos de cara a eso”. El plan es que el Observatorio Electoral comience a operar a finales de septiembre.
Todos estos trabajos, dice Del Rosario Rodríguez, son una respuesta del Dsoj ante la “preocupación que existe a nivel universidad y departamento. Quisimos materializar y coordinar esfuerzos de cara a lo que está sucediendo, con independencia de las labores académicas y docentes. Vimos la necesidad de contar con un clúster que pudiera dar sinergia a estos esfuerzos y generar vínculos con otras entidades externas”. Todo este esfuerzo es importante, agrega el académico, porque ante “las amenazas que está recibiendo la democracia, necesitamos una resiliencia efectiva. Ante todos estos ataques, que ocurren no sólo en nuestro país sino a nivel regional y en todo el mundo, con gobiernos autoritarios y con tendencia al populismo, como universidad tenemos el deber de defender el plano democrático, el Estado de Derecho y los derechos humanos. Siendo la vocación del Dsoj el Estado de Derecho, es que tenemos que actuar”.
El Laboratorio para el Estado de Derecho es coordinado Marcos del Rosario, mientras que el Observatorio Judicial es coordinado por Jesús Ibarra. También se cuenta con el trabajo de Azul Aguiar, Gerardo Castillo y Lorena Vázquez. Ella está a cargo de un boletín de nombre Radar de la democracia y la justicia, que busca analizar lo que se va publicando en los congresos nacional y estatal. También están involucrados egresados y estudiantes de las carreras del departamento.
Desde la perspectiva de Marcos del Rosario, en estos momentos es necesario “generar una cultura en favor de la democracia y la defensa del Estado de Derecho, a partir de la generación de investigación e insumos que la propicien”. El académico señala que tanto el Laboratorio para el Estado de Derecho como los observatorios Judicial y Electoral son importantes porque “dado que vivimos en un contexto político en el que hay una mayoría dominante a nivel parlamentario y una oposición que no incide de forma efectiva, las universidades juegan un papel indispensable en la conservación del Estado de Derecho no sólo formando al estudiantado o haciendo investigación, sino con incidencia pública de manera conjunta con otras organizaciones. El contexto que vivimos no nos permite estar retraídos”, concluye.