El Xoloitzcuintle, testigo silente de los ciclos cósmicos. Con su piel oscura y sus ojos brillantes, contempla el eclipse lunar. Nos recuerda así, nuestra conexión con el cosmos y la importancia de honrar nuestras raíces ancestrales. Bajo la sombra del eclipse, en Calle López Cotilla Sector Juárez la ciudad se detiene por un instante, maravillada por la danza celestial. En ese momento efímero, el Xoloitzcuintle “Huasteco” nos invita a reflexionar sobre nuestra existencia en el vasto universo, nos recuerda que somos parte de algo más grande y trascendental. #CaminarLaCiudad