A finales del 2019 aparecían las primeras noticias sobre un nuevo virus en China que estaba provocando muertes en distintas partes del país. El 18 de marzo de 2020 fallecía la primera persona en México. Un año después se calculaban oficialmente alrededor más de 2.5 millones de muertos en el mundo, pero también hay alrededor de 200 vacunas en investigación, de las cuales casi 70 han llegado a fases clínicas, y ocho ya circulan en el mercado con una producción de varias decenas de millones de dosis. 

Esta situación ha remarcado el papel estratégico de la ciencia, pero también la ha enfrentado a trabajar de forma inusitada, y ha recalcado la falta de comunicación entre la comunidad científica y la ciudadanía. El pasado martes 6 de abril, el Café Scientifique ITESO recibió de nueva cuenta a Susana López Charretón, una de las virólogas más importantes del país, para conversar sobre cómo se ha vivido este año al interior de la comunidad científica a la que pertenece, los aprendizajes que han tenido, y con ello ofreció la posibilidad de obtener algunas claves para navegar en este inusitado escenario. 

"La enorme cantidad de información que se genera día a día sobre el SARS-COVID 19 y sus implicaciones, hace tremendamente difícil para todos tomar decisiones con la certeza con la que quisiéramos, pero sin duda reconocer cómo funciona la ciencia y los aprendizajes que hemos obtenido este último año pueden orientarnos para seguir haciendo preguntas pertinentes y obtener las mejores respuestas posibles", comenta López Charretón, una de las tan solo 120 virólogas y virólogos del país. 

Esta sesión abrió la posibilidad dialogar respecto a qué son y cómo funcionan los virus, la forma en que se están haciendo las vacunas, algunos aspectos sobre los cuales fijarse para buscar información confiable y el papel de la incertidumbre en la ciencia, entre otras.

Sobre Susana López Charretón

Viróloga adscrita al Instituto de Biotecnología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y miembro del Sistema Nacional de Investigadores (Nivel III) del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), Susana López Charretón ha recibido gran cantidad de reconocimientos: el Premio Universidad Nacional en Ciencias; el Premio de la Academia Mexicana de Ciencias; los premios de The World Academy for Sciences y de L'Oréal-UNESCO para Mujeres en la Ciencia; así como el Carlos J. Finlay, que también otorga la UNESCO, entre otros, y en el 2018 le fue otorgado el Doctorado Honoris causa por el Sistema Universitario Jesuita, al cual pertenece el ITESO. A partir de abril de este año es miembro de El Colegio Nacional.

Sus áreas de investigación radican principalmente en la biología celular de las infecciones causadas por virus, en particular por rotavirus y el astrovirus, las cuales son una de las principales causas de muerte en niños. Su laboratorio fue el primero en secuenciar un gen viral de este patógeno. 

Cursó, de forma prácticamente ininterrumpida, la licenciatura, la maestría y el doctorado en Investigación Biomédica Básica en la Universidad Nacional Autónoma de México, entre 1976 y 1986, formación que completó con estancias de investigación en el California Institute of Technology de California, en el National Institute of Health Sciences de Japón, en Tokio, y el Instituto Nacional de la Investigación Agronómica en Jouy-en-Josas, Francia.

Desde hace unos años dedica parte de su tiempo para la comunicación pública de la ciencia. En 2019 publicó el libro "Pablo tiene sarampión", junto con Selene Zárate, Martha Yocupicio y Eva Lobatón, y en 2020 se publicó "Pablo se queda en casa" por las mismas autoras

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